viernes, 18 de enero de 2008

Los crímines de Oxford





Los ojos de "Frodo" se van tras Leonor Watling y unos asesinatos.

El novelista argentino Guillermo Martínez alcanzó un gran éxito de ventas con la novela Los crímenes de Oxford, galardonada en 2003 con el Premio Planeta argentino. Ahora Álex de la Iglesia nos ofrece una brillante adaptación del texto con un reparto internacional encabezado por John Hurt, Elijah Wood, Leonor Watling, Julie Cox, y la colaboración especial de Tom Frederick encarnando nada menos que al ilustre filósofo Ludwig Wittgenstein.

Y es que no es común que el autor del Tractatus aparezca en una trama de suspense, como tampoco lo son los temas que aparecen en la historia: la sucesión numérica de Fibonacci, la paradoja de Wittgenstein sobre las proposiciones finitas... Ciertamente Los crímenes de Oxford obliga al espectador a estar muy atento para seguir los apuntes de la historia criminal y sus posibles vías de solución.

Los crímenes de Oxford se centra en la relación entre maestro y discípulo. El joven alumno (Elijah Wood) está convencido de que se puede llegar al secreto de la existencia y al sentido de la vida a través de claves matemáticas; el viejo profesor (John Hurt), cínico y desencantado, sabe que la verdad es hermética e inaccesible... y eso suponiendo que exista y sirva para algo. Tan sólo la belleza de Leonor Watling y sus poderes de seducción se interponen en el debate intelectual que sostiene los diálogos de esta obra que recupera las tramas de Arthur Conan Doyle y Agatha Christie y propone una intensa participación al espectador.

Una película interesante de principio a fin, buenas interpretaciones del trío protagonista... un ejercicio de estilo para su director, que se aparta aquí de sus temas habituales y que aunque pueda parecer farragoso en determinados momentos (sobre todo a los que han olvidado o nunca estudiaron matemáticas) mantiene el suspense hasta el último momento. Lo que, ciertamente, no es poco.



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